Núm. 37 (2016)
Artículos

PROSUMER E IMPRESIÓN 3D: LA DEMOCRATIZACIÓN DEL PROCESO CREATIVO

Mónica Val Fiel
Universitat Politècnica de València, UPV.

Publicado 2016-10-20

Palabras clave

  • Cultura maker,
  • democratización,
  • manufactura aditiva,
  • prosumer

Cómo citar

Val Fiel, M. (2016). PROSUMER E IMPRESIÓN 3D: LA DEMOCRATIZACIÓN DEL PROCESO CREATIVO. Revista 180, (37). https://doi.org/10.32995/rev180.Num-37.(2016).art-5

Resumen

El potencial que la impresión 3D introduce en la industria se traslada a una escala menor para artistas, arquitectos, diseñadores y makers, al hacer posible la complejidad de la forma, la inmediatez o la personalización como cualidades inherentes a la tecnología. En estos ámbitos, la personalización de los productos estandarizados, con su potencial innovador y creativo, combate la obsolescencia programada fomentando un uso más eficaz de los recursos y transforma los procesos de génesis de la materia institucionalizados, permitiendo la participación del usuario. El cambio de paradigma que presentó el arte en la década de 1950, en el que se pasó del “discurso de la creación” al “discurso de la recepción”, con sus influencias en el campo de la arquitectura en aquel periodo, recupera actualmente con la impresión 3D una evolución exponencial en el ámbito del diseño. En el ecosistema tecnológico emergente de la fabricación digital y con la impresión 3D como líder de sus actividades, la integración del prosumer, usuario productor y consumidor, ha permitido un cambio de sentido en los procesos establecidos, haciendo posible recuperar un discurso en el que el usuario se convierte en coproductor del proceso creativo. La tendencia creciente de la cultura maker está trascendiendo al interés del público general. Una progresiva red de plataformas y servicios permite incluir al usuario último dentro del proceso de diseño, introduciendo la cocreación y la personalización como valores diferenciales y, con ello, una fabricación y distribución personalizada. Las nuevas herramientas tecnológicas permiten la participación del usuario y posibilitan la democratización del proceso creativo. De este modo, con la integración del usuario como agente del proceso, se potencia el ámbito de la conducta de los usuarios y se garantiza con esto su permanencia.