Resumen
El suelo de la ciudad, especialmente aceras y plazas revestidas de pavimentos con inscripciones, signos y relieves, retratan en su diseño los rasgos de identidad urbana que distinguen una ciudad de otra, una calle de una plaza, un barrio o un paseo peatonal. Esta tarea de identificación y sello urbano lo resuelve el panot en el suelo de Barcelona. Se trata de un pavimento modular de 20 x 20 cms y 4 cms de espesor. El panot en su diseño y geometría va dejando grabada la historia de recorridos y caminatas, señalando con su forma sectores y barrios que reafirman su particular identidad urbana.