Resumen
El cine de ficción ayudo a visualizar los espacios futuros de una manera más comprensible para el espectador, mientras que para sus creadores (arquitectos, escenógrafos, diseñadores de arte) supuso una exploración fundada en la libertad visual y la construcción efímera.
Exentos de una limitación real de la tecnología, los espacios de la ficción en el arte cinematográfico se convirtieron en un laboratorio propicio que motivaba desde afuera a la propia arquitectura como a otras artes. Así, el cine consiguió construir un imaginario que apuntalaba los modelos que, desde el pensamiento intelectual, científico e incluso de la arquitectura, se forjaban como posibles.
Algunas citas notables del celuloide durante el siglo XX, nos permite recorrer ese imaginario de las formas futuras, respondiendo a pronósticos y deseos del presente, que fueron mutando en el tiempo, pero comprobamos que reinterpretan una y otra vez el paisaje de la incertidumbre. La atmosfera de lo desconocido en la ficción continua promoviendo un campo de creación ilimitado capaz de figurar horizontes reales